(Rio de Janeiro, Brasil, 15 de diciembre de 1907 – 5
de diciembre de 2012)
Sello emitido por el correo de Brasil en 2005,
dedicado
al Museo Oscar Niemeyer de Curitiba.
(Valor facial: 0,80 reales)
Hojita-bloque emitida por el correo de Brasil en 2008 con obras de Niemeyer.
(Valor facial de cada sello: 2,60 reales)
Hojita-bloque emitida
por el correo brasileño en 2014, en homenaje a Oscar Niemeyer.
(Valor facial de cada sello: 3,50
reales)
Hijo de un tipógrafo, el arquitecto brasileño Oscar
Niemeyer vivió una juventud desenfadada
y bohemia mientras estudiaba en la
Escuela de Bellas Artes de Rio de Janeiro, donde obtuvo el
título de ingeniero
arquitecto en 1934. Tras su graduación, trabajó en prácticas en un estudio de
arquitectura, donde se dio cuenta de la escasa personalidad de las obras que se
proyectaban y,
en general, de los edificios de su ciudad.
Quiso entonces aplicar sus ideas, innovadoras y
revolucionarias para la época, trabajando por su cuenta, y se convirtió pronto
en un arquitecto de renombre. Joven idealista, en 1945 se afilió al Partido Comunista
de Brasil y tuvo ocasión de viajar a la Unión Soviética, donde entabló amistad
con varios líderes políticos y con algunos artistas.
Mientras tanto, en 1940 conoció a Juscelino Kubitschek,
que acababa de ser elegido alcalde de Belo Horizonte, quien le encargó los
proyectos de la iglesia de San Francisco y de un casino (convertido unos años más tarde
en el Museo
de Arte de Pampulha), obras con las que aumentó notablemente
su popularidad.
Ello le permitió colaborar con Le Corbusier en el diseño
del edificio de las Naciones Unidas en Nueva York.
En 1956, cuando por iniciativa del ya presidente Kubitschek se decidió iniciar las obras de la nueva capital federal del país, Brasilia (inaugurada
oficialmente en abril de 1960), el proyecto urbanístico fue encargado a Lúcio Costa, y el
arquitectónico a Niemayer: su inmenso trabajo (declarado el año 1987 por la UNESCO parte del Patrimonio Mundial de la Humanidad) lo convirtió en uno de los
arquitectos más prestigiosos del mundo.
En 1965, a los pocos meses de la instauración de la
dictadura en Brasil tras un golpe militar, tuvo que exiliarse y se
estableció en París, desde donde proyectó importantes edificios no sólo para
Francia, sino para otros países (Argelia, Portugal, Italia, Malasia…).
En la década de 1980, tras la caída de la dictadura,
regresó a Brasil, y allí concibió nuevos proyectos: entre
otros destacan el Museo
de Arte Contemporáneo de Niterói, los sambódromos de las ciudades de Rio de
Janeiro y São Paulo, el Museo Nacional de Brasilia y la Plaza de la Soberanía
de la misma ciudad. Además, dejó proyectadas otras obras que se construirían después de su muerte.
En su larga vida recibió numerosas distinciones,
como los premios Lenin de la Paz (1963), Pritzker
de Arquitectura (1987), Príncipe
de Asturias de las Artes (1989), Unesco de Cultura (2001), Konex Mercosur (2002)
y Alba de las Artes (2008), y condecoraciones de numerosos países.
En noviembre de 2002 se inauguró en Curitiba el Museo Oscar Niemeyer,
parte de cuyo diseño se debe a él mismo.
Enlaces de
interés
- “El
universo curvo de Oscar Niemeyer” (en La
Nación, Buenos Aires, 16.5.2014. En español).
- “Fundação Oscar Niemeyer” (web
oficial. En portugués).
- “Oscar
Niemeyer” (en Emporis. Relación
detallada de sus obras. En inglés).
- “Oscar Niemeyer”
(en Youtube. Interesante vídeo de 48
min., con subtítulos en español).
- “Oscar Niemeyer”
(en Wikipedia. En
español).
- “Oscar
Niemeyer and the United Nations Headquarters (1947-1949)” (en United Nations. Archives and Records Management Section.
En inglés).
- É. Bailby: “Oscar
Niemeyer” (en Le Courrier de l’UNESCO,
6.1992, pp. 4-7. Entrevista. En francés).
- F. Barón: “Brasil
llora a su gran soñador” (en El País,
Cultura, Madrid, 6.12.2012. En español).
- M. R. Bruno: “Oscar Niemeyer, l’architetto
che progettava opere d’arte” (en ArtWort, 30.4.2014. En italiano).
- P. Magarrey: “Niemeyer's
Century” (en Azure, 8.12.2007. En
inglés).
- L. Saboia: “Brasilia et Oscar
Niemeyer: le contexte politique et la dimension esthétique” (en Cahiers d’Histoire, 109 (2009), pp.
27-54. En francés).
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