(San Sebastián / Donostia, 28 de
diciembre de 1872 – Madrid, 30 de octubre
de 1956)
Sello emitido por el Correo
español en 1978 con la imagen de Pío Baroja.
(Valor facial: 25 pesetas.)
Sello emitido por el Correo
español en 2006, conmemorativo
del 50º aniversario de la muerte de Baroja.
(Valor facial: 0,29 euros.)
Miembro de una familia vinculada
al menos durante cuatro generaciones a la cultura, Pío Baroja y Nessi se sintió
atraído por la escritura y la lectura (sobre todo de filosofía alemana) desde
muy joven, y mostró muy poco interés por su educación académica, pese a lo cual
se doctoró en medicina y ejerció incluso como médico en la localidad
guipuzcoana de Cestona / Zestoa.
Se dio a conocer en
los ambientes culturales de Madrid como colaborador de diarios y revistas, donde manifestó sus simpatías por el anarquismo, y en 1900 publicó su primer
libro, Vidas sombrías (una
recopilación de cuentos), que mereció la atención de algunos intelectuales de
la época, como Miguel de Unamuno, Benito Pérez Galdós y Azorín, lo cual lo
vinculó a la denominada Generación del 98, aunque él negó la existencia de
ésta.
Como periodista viajó por numerosos países de
Europa, y su curiosidad le llevó a reunir una importante biblioteca relacionada
con la brujería, el ocultismo y la historia del siglo XIX, que instaló en su
caserío “Itzea”, en Vera de Bidasoa (Navarra), donde solía pasar los veranos.
También viajó por casi toda España. Tras el estallido de la guerra civil
española (1936) se refugió en Francia, y se mostró muy crítico con la República, aunque después de la guerra, cuando regresó a Madrid, se mantuvo a prudente distancia del régimen franquista y fue víctima de la censura de éste.
Antes de la guerra había sido admitido en la Real Academia Española (1935).
En sus novelas se advierte su
interés por la filosofía realista y la influencia que ejerció sobre él el
pensamiento de Schopenhauer y Nietzsche. Entre sus numerosas obras como
novelista destacan Aventuras, inventos y
mixtificaciones de Silvestre Paradox (1901), Aurora roja (1905), Zacalaín el aventurero (1909), El
árbol de la ciencia (1911), Las
inquietudes de Shanti Andía (1911), El
gran torbellino del mundo (1926), Los
visionarios (1932), Laura o la
soledad sin remedio (1939) y El
puente de las ánimas (1944), además de los veintidós volúmenes de las Memorias de un hombre de acción
(1913-1935). También son dignos de mención sus ensayos y, especialmente, sus
memorias, recogidas en el volumen Desde
la última vuelta del camino y publicadas íntegramente en 2006.
José Ortega y Gasset dijo de él,
en su obra El Espectador
(1916-1934): “El sentimiento de la
insuficiencia que padecen las ideas y valores de la cultura contemporánea es el
resorte que mueve el alma entera de Baroja. […] Cuando Baroja oye o escribe la
palabra acción experimenta la misma
aceleración de los pulsos que Stendhal con la palabra passion o Nietzsche con la palabra Macht (poderío). Y las tres palabras expresan
matices diversos de un anhelo idéntico. […] La expresión de Baroja, privada de
rotundidad y de deleite, lo mismo que su impresión de la vida, es la prosa
ideal para que en ella fluya una de las más delicadas maneras de ser hombre: la
sinceridad”.
El escritor Andrés Trapiello, por su parte, afirmó que "Baroja es seguramente el novelista más característico, el que tuvo las cosas más claras y el menos engolado de toda esa generación en la que no creyó nunca: 'Si la hay, yo no pertenezco a ella', dijo. Fue incluso mucho más que un novelista, incluso más que un escritor. Baroja, digámoslo ya, fue una manera de entender la vida, y de hecho nos ha legado un adjetivo, lo barojiano, en el que están cifradas algunas de esas peculiaridades vitales: la mezcla resultante del sentimentalismo, del liberalismo y del psicheísmo (proveniente este último de decir psiche y encogerse de hombros ante las adversidades con absoluta falta de entusiasmo)" ('Magazine' de La Vanguardia, Barcelona, 25 de enero de 1998).
Enlaces de interés
Presentación de Pío
Baroja (página muy completa de gipuzkoakultura.net;
en vasco y español).
El "todo
terreno" de la novela (La
cultura del XIX al XX en España. Biografía).
Pío Baroja (con
fragmentos de algunas de sus obras).
F. Lucientes: “Entrevista
a Pío Baroja” (El Sol, Madrid, 11 de noviembre de 1931).
O. J. Fernández Días, O. Pérez Caba y R. Sotomayor Bustamante: “Madrid y Pío
Baroja: el Madrid de final de siglo reflejado en la obra barojiana”.
J. Sainz de los Terreros: “Pío
Baroja y los políticos”.
“Pío
Baroja y El árbol de la ciencia”
(Proyecto Aula).
“Pío Baroja y su novela
Aurora roja (1905)” (con enlaces
a otras páginas).
L. Peiró: “Zalacaín el Aventurero de Pío Baroja
(1872-1956)” (comentario de la obra).
Cuentos de
Pío Baroja (Biblioteca Digital Ciudad
Seva. Con enlaces al texto íntegro de seis cuentos del autor).
Citas y frases célebres de
Pío Baroja (Mundocitas).
Frases de Pío Baroja
(Proverbia.net).
4 comentarios:
Me gustan...
Gracias, Calogero.
Me gusta tu estupendo blog te sigo.
Te invito a visitar el mío El blog de MA.
Gracias.
Besos de MA.
MA, soy Albert, de TRANSEÚNTE... e IMPEDIMENTA, ya nos conocemos y conozco tu blog. Este es un entrenimiento cultural, y me alegro que te guste y que te hayas añadido a mis seguidores.
Gracias por tus palabras y un saludo cordial.
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