(Solís de Mataojo, Lavalleja, 18 de mayo de 1882 –
Montevideo, 17 de mayo de 1950)
Sello dedicado a Eduardo Fabini, emitido
por el correo
de Uruguay en 1971.
(Valor facial: 5 pesos)
El compositor, pianista y violinista uruguayo Eduardo
Fabini era hijo de inmigrantes italianos que se dedicaban a la música, por lo
que desde muy pequeño estuvo en contacto con varios instrumentos, sobre todo el
acordeón y el armonio.
Empezó sus estudios musicales cuando era todavía un
niño, y los continuó en el Conservatorio “La Lira” de Montevideo. Gracias a su
talento, en 1899 consiguió una beca con la que viajó a Bélgica y se inscribió
en el Conservatorio de Bruselas. En la capital belga compuso unos Tristes para orquesta, dos Intermedios, un Estudio arpegiano para piano y la pieza para coro Las flores del campo. Además mereció un
premio de violín, con distinción, en el Conservatorio bruselense.
De regreso a Uruguay, en 1903, se presentó como
solista con varios conciertos en el Teatro Solís de Montevideo y fue elogiado
por el público y la crítica. Luego, tras una estancia de dos años en
España (1905-1907) volvió a su país, y en 1913 estuvo entre los fundadores de
la Asociación de Música de Cámara.
Después decidió apartarse de la ciudad y se estableció
en el campo –especialmente en Fuente Salus, propiedad de su familia–, alejado
de toda actividad pública, para dedicarse a la composición. Su primer poema
sinfónico, titulado precisamente Campo,
se presentó por primera vez el 29 de abril de 1922 en el Teatro Albéniz de
Montevideo, luego fue interpretado en el Teatro
Colón de Buenos Aires y poco después en otras ciudades de América y Europa
(en Viena, por la Orquesta Filarmónica, dirigida por Richard Strauss).
El éxito de Campo
lo animó a componer otras obras inspiradas en el medio rural y las tradiciones
de su país, entre las que sobresalen otro poema sinfónico, La isla de los ceibos, la pieza de ballet Mburucuyá (basada en una obra del poeta Fernán Silva
Valdés), el cuadro sinfónico Molga,
el ballet infantil Mañana de Reyes,
además de numerosas canciones para coros infantiles, piezas para coro
y
orquesta (A mi río, El arroyo y El nido, entre otras), para canto y piano (destaca entre éstas Las flores del monte), para piano solo
(como Sarandi en la corriente y Atlántida), y fantasías para violín y
orquesta.
En 1927 viajó a los Estados Unidos para desempeñar el cargo de agregado artístico
de la Embajada de Uruguay y se estableció en Nueva York, donde la Orquesta
Sinfónica de aquella ciudad grabó Campo
y La isla de los ceibos, discos que
fueron editados por Victor Records. También fueron grabadas en discos otras
composiciones suyas, como Melga, A mi río y El arroyo.
Fabini está considerado el representante más destacado de la
música académica en Uruguay. Ideológicamente era simpatizante del Partido
Colorado (de cuyo himno es autor), en particular de
la corriente batllista, se declaró
antifascista y, según algunas fuentes, perteneció a alguna logia masónica
rioplatense.
Enlaces de
interés
Bibliografía
- L. Ayestarán: “Catálogo
cronológico de las obras del compositor uruguayo Eduardo Fabini”, en Boletín de Música y Artes Visuales de la OEA,
Wáshington D.C., núm. 67/68, IX-X (1953).
- A. Barrios Pintos: Eduardo Fabini.
Arca, Montevideo, 1978.
- R. E. Lagarmilla: Eduardo Fabini.
Organización Medina, Montevideo, 1953.
- E. Sabatés: Personalidad y obra de
Eduardo Fabini. Arca, Montevideo, 1980.
- H. Tosar: “Las obras sinfónicas de Eduardo Fabini”, en Clave, Montevideo, núm. 37, V-1960.
- R. Viñoly Barreto: “Eduardo Fabini, músico”, en Boletín Latinoamericano de Música, Montevideo, tomo III, 1937, pp.
113-120.
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