(Ostrogózhsk,
óblast de Vorónezh, Imperio ruso, 27 de mayo de 1837 – San Petersburgo, Imperio
ruso, 24 de marzo de 1887)
Sello emitido por
el correo de Rusia el año 2000 con la reproducción
de la pintura Cristo en el desierto (1872) de Iván Kramskói.
(Valor facial: 3 rublos)
Serie de dos
sellos emitida por el correo ruso en 2012 con reproducciones
de pinturas de
Kramskói: un fragmento de su Autorretrato
(de 1857)
y otro de su Retrato de una desconocida
(de 1883).
(Valor facial de cada sello: 15 rublos)
Pintor y crítico
de arte, Iván Nikoláyevich Kramskói fue una figura cabal de la
intelectualidad rusa entre las décadas de 1860 y 1880, sobre todo como impulsor
del movimiento de los Peredvízhniki
(los ‘ambulantes’), que se presentaron como Sociedad de Exposiciones de Arte
Ambulante, opuestos a la Academia Imperial de las Artes de San Petersburgo, de
carácter oficial. Este nuevo movimiento no era ajeno a las ideas
revolucionarias de los demócratas rusos de la época.
Hijo de una
familia de la pequeña burguesía de provincias, estudió en la mencionada
Academia Imperial, y en noviembre de 1863 protagonizó con otros trece
alumnos destacados del centro una vehemente revuelta (conocida como Revuelta
de los Catorce) para protestar contra la organización del concurso convocado
con motivo del centenario de la Academia, financiado por la Corte imperial. Fue
el primer enfrentamiento de los artistas de la escuela realista con los de la
escuela clásica académica y supuso una revolución en los ambientes artísticos
de la capital rusa.
Para Kramskói,
seguidor de los principios de otro pintor destacado de la generación anterior, Aleksandr Ivánov, era
de vital importancia el papel moral del artista, dentro de una concepción
humanista de las artes en general, algo que desarrollaría en sus textos
críticos.
Destacó, sobre
todo, como retratista: para él posaron, entre otros, escritores e intelectuales
como Tarás Shevshenko (1871), Lev Tostói (1873), Nikolái Nekrásov (1878) o Vladímir
Soloviov (1885), pintores como Iván Shishkin (en dos ocasiones, 1873 y 1880),
científicos como Dmitri Mendeleiev (1878), Serguéi Botkin (1880) y Otto Struve
(1886), e incluso el zar Alejandro III (1886) y la zarina María Fiódorovna.
Sin embargo, fue
en sus retratos de campesinos y tipos populares (Apicultor, de 1872, o Leñador,
de 1874, entre muchos otros) donde plasmó más libremente sus ideas estéticas y
su concepción de
la finalidad del arte, captando las características
psicológicas del individuo retratado mediante la expresividad de éste en su pintura. Tolstói
dijo que su Cristo en el desierto, de
1872, era el mejor retrato de Cristo que había visto.
La mayor parte
de la obra pictórica de Kramskói se conserva en la Galería Estatal
Tretiakov de Moscú. Sus textos críticos demuestran una lúcida visión de los
cambios en el arte ruso –impulsados en gran parte por las iniciativas de que fue protagonista– durante el último tercio del siglo XIX.
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