Serie de cuatro
sellos emitidos por el correo del Estado Plurinacional
de Bolivia en 2013 para
conmemorar el centenario del Carnaval de Oruro.
(Valores faciales: 1, 1,50,
10,50 y 12 bolivianos)
El Carnaval de
Oruro, en Bolivia, es uno de los más vistosos del mundo y atrae cada año a
miles de visitantes. De hecho se trata de un festival folklórico –con numerosos
matices religiosos, paganos y cristianos– en el que actúa cerca de medio
centenar de conjuntos procedentes de todo el país, que interpretan dieciocho
bailes distintos.
Sus orígenes se
remontan al siglo I de nuestra era, cuando los antiguos aimaras empezaron a
celebrar en aquella región andina los rituales uru (el
topónimo Oruro, en efecto, se formó a partir de Uru Uru) en honor del dios Tiw,
protector de los urus en minas, lagos y ríos, y para honrar a la Pachamama. Ejecutaban, entre
otras, una diablada con
motivo de la fiesta de Ito, una danza que todavía es vigente y quizá la más
característica del Carnaval de Oruro.
Con la
evangelización de aquellas regiones, después de haber sido colonizadas, la
fiesta de Ito (que coincide actualmente con el 2 de febrero) fue adaptada al
ritual cristiano y se puso bajo la advocación de la Virgen de la Candelaria con
el nombre de Virgen
del Socavón.
En efecto, la fiesta da comienzo el sábado de Carnaval con una peregrinación al templo de la Virgen del Socavón, que
recuerda las primitivas peregrinaciones de los urus a la sierra para venerar a
las divinidades huacas (o wakas)
locales con el fin de pedirles protección. Entre ellas sobresalía Huari
(o Wari),
un dios malvado que los conquistadores españoles identificaron con el Diablo
Universal y es conocido hoy, popularmente, como “el tío de la mina” o “tio
Supay”.
De hecho, sin
embargo, fue durante las primeras décadas del Virreinato del Perú
(en el siglo XVI) cuando se estableció el sincretismo religioso que daría lugar
a la fiesta popular, que con el tiempo se convirtió en el Carnaval. Pero éste,
después de no pocos avatares, no sería reconocido oficialmente hasta principios
del siglo XX.
Los conjuntos
que participan en el Carnaval lucen vistosas y coloridas vestimentas y máscaras
tradicionales. Las danzas representadas proceden, como se ha dicho, de toda
Bolivia, y entre ellas figuran las diabladas, las morenadas, las tobas, los
tinkus, las waka wakas, las antawaras, los kantus, las kallawayas, las
chacareras, los potolos, los wititis, las sicuriadas y las sayas
afro-bolivianas, por citar sólo algunas.
En 1995 el
Estado de Bolivia reconoció la Entrada (desfile) del Carnaval de Oruro como
Patrimonio Cultural, Tradicional, Artístico y Folclórico; el 18 de mayo de 2001 la UNESCO proclamó el Carnaval de Oruro Obra Maestra del Patrimonio Oral e
Intangible de la Humanidad, y el 5 de septiembre de 2012 el Parlamento Andino
le añadió la condición de Patrimonio Oral e Intangible de la Comunidad Andina.
Enlaces de interés
Bibliografía
- Th.
Abercrombie: “La fiesta del carnaval postcolonial en Oruro: Clase, etnicidad y
nacionalismo en la danza folklorica”, en Revista
Andina, Centro Bartolomé de Las Casas, Cuzco. Año 10 (1992), Núm. 2.
- E. Aquino Aramayo: Danzas y tradiciones
de la Fiesta del Socavón de Oruro. Oruro, Gobierno Municipal Autónomo de
Oruro, 2011.
- A. Beltrán Heredia: El Carnaval de
Oruro. Latinas Editores, Oruro, 2004.
- C. Condarco Santillán: El Carnaval de
Oruro. Aproximaciones. Latinas Editores, Oruro, 3 tomos, 2002-2003.
- M. Harris: Carnival and Other Christian
Festivals: Folk Theology and Folk Performance. University of Texas Press,
Austin, 2003. 282 pp.
- M. Lara Barrientos: Carnaval de Oruro,
visiones oficiales y alternativas. Latina Editores, Oruro, 2007.
- U. R. López García: Máscaras y danzas
de los Ayllus de Oruro. CEPA, Oruro, 2007.
- E. Sigl & D. Mendoza Salazar: No se
baila así no más... Danzas de Bolivia. La Paz, 2012. ISBN:
978-99954-2-313-1. 1600 pp. en dos tomos, con fotografías y dos DVDs con
vídeos.
- J. E. Vargas Luza: La Diablada de
Oruro, sus máscaras y caretas. Plural Editores, La Paz, 2008.